La ilusión del mandatario Martín Torrijos de presumir el ensanche de la Vía Interamericana (tramo Arraiján-La Chorrera) antes de la partida de cientos de miles de panameños para la Semana Mayor, terminó en decepción y reclamos entre Torrijos y el jefe de la cartera de Obras Públicas, Benjamín Colamarco.
Un comunicado del Palacio de las Garzas del pasado 17 de marzo anunciaba el recorrido que haría Torrijos para inspeccionar la obra personalmente, incluso garantizó la mayor cobertura posible de los medios de comunicación.
Todo estaba programado para las 8 de la mañana de ayer, el recorrido debía ser rápido pero completo. Torrijos tenía un compromiso en la comunidad de El Empalme en Bocas del Toro, participaría en la consulta de priorización de obras del Prodec.
¿Qué pasó en el recorrido? ¿Por qué Torrijos no lo completó? ¿Por qué dejó a sus pasajeros en medio de la vía?
El mandatario conducía su auto, una camioneta Lexus color beige. Lo custodiaba una delegación de motorizados y carros 4x4 del Servicio de Protección Institucional (SPI). Su copiloto, el flamante ministro Colamarco, y en los asientos traseros estaban los diputados Rogelio Paredes y Susana Richa de Torrijos, tía política del presidente.
A pocos minutos del recorrido, que inició en el super Xtra de Arraiján, el asombro del mandatario se hizo notorio. Su semblante cambió notablemente, incluso era percibido por la delegación que lo escoltaba. Una serie de obstáculos que tuvo que sortear en plena carretera tensó la amena conversación entre los funcionarios perredistas. Las tuberías de aguas negras yacían erguidas frente al auto de Torrijos, quien con destreza y pericia los sorteaba.
Barrancos, derrumbes de tierra a los costados, gravilla dispersa, obstáculos de concreto en los hombros e isletas, además de la falta de señalización hicieron que Torrijos percibiera en carne propia lo peligroso que es transitar por esta vía.
Luego de unos segundos de silencio, el presidente se percató de la falta de un puente. ¿Dónde está el puente? (de la entrada de Vacamonte). Colamarco se excusaba: aduciendo que el presupuesto no alcanzó (65 millones de dólares), y que la indemnización era muy costosa. El mandatario gesticulaba inconformidad y daba instrucciones, se negaba a que la obra quedara incompleta.
De pronto, el alcalde de Arraijan, David Cáceres, y la diputada Mayra Zúñiga aparecieron en un despampanante carro deportivo color rojo de dos pasajeros, lo que tomó por sorpresa a Torrijos, quien ya no aguantó una más y bajó a los pasajeros justo en el puente elevado del supermecado el Rey de Vista Alegre, en Arraiján. Se acabó el recorrido, aún faltaban unas tres o cuatro comunidades más para llegar a La Chorrera.
El fastuoso recorrido nunca se completó, Torrijos bajó a sus acompañantes, dio media vuelta y partió rumbo a su Prodec en El Empalme. (La Estrella de Panamá, Osiris Jurado Ávila ojurado@estrelladepanama.com).
Un comunicado del Palacio de las Garzas del pasado 17 de marzo anunciaba el recorrido que haría Torrijos para inspeccionar la obra personalmente, incluso garantizó la mayor cobertura posible de los medios de comunicación.
Todo estaba programado para las 8 de la mañana de ayer, el recorrido debía ser rápido pero completo. Torrijos tenía un compromiso en la comunidad de El Empalme en Bocas del Toro, participaría en la consulta de priorización de obras del Prodec.
¿Qué pasó en el recorrido? ¿Por qué Torrijos no lo completó? ¿Por qué dejó a sus pasajeros en medio de la vía?
El mandatario conducía su auto, una camioneta Lexus color beige. Lo custodiaba una delegación de motorizados y carros 4x4 del Servicio de Protección Institucional (SPI). Su copiloto, el flamante ministro Colamarco, y en los asientos traseros estaban los diputados Rogelio Paredes y Susana Richa de Torrijos, tía política del presidente.
A pocos minutos del recorrido, que inició en el super Xtra de Arraiján, el asombro del mandatario se hizo notorio. Su semblante cambió notablemente, incluso era percibido por la delegación que lo escoltaba. Una serie de obstáculos que tuvo que sortear en plena carretera tensó la amena conversación entre los funcionarios perredistas. Las tuberías de aguas negras yacían erguidas frente al auto de Torrijos, quien con destreza y pericia los sorteaba.
Barrancos, derrumbes de tierra a los costados, gravilla dispersa, obstáculos de concreto en los hombros e isletas, además de la falta de señalización hicieron que Torrijos percibiera en carne propia lo peligroso que es transitar por esta vía.
Luego de unos segundos de silencio, el presidente se percató de la falta de un puente. ¿Dónde está el puente? (de la entrada de Vacamonte). Colamarco se excusaba: aduciendo que el presupuesto no alcanzó (65 millones de dólares), y que la indemnización era muy costosa. El mandatario gesticulaba inconformidad y daba instrucciones, se negaba a que la obra quedara incompleta.
De pronto, el alcalde de Arraijan, David Cáceres, y la diputada Mayra Zúñiga aparecieron en un despampanante carro deportivo color rojo de dos pasajeros, lo que tomó por sorpresa a Torrijos, quien ya no aguantó una más y bajó a los pasajeros justo en el puente elevado del supermecado el Rey de Vista Alegre, en Arraiján. Se acabó el recorrido, aún faltaban unas tres o cuatro comunidades más para llegar a La Chorrera.
El fastuoso recorrido nunca se completó, Torrijos bajó a sus acompañantes, dio media vuelta y partió rumbo a su Prodec en El Empalme. (La Estrella de Panamá, Osiris Jurado Ávila ojurado@estrelladepanama.com).
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