domingo, 4 de mayo de 2008

EL PAPA DE SUS NIETOS

Dantesco, horroroso, espantoso, el fin del mundo para muchos. !Hasta donde llegará la miseria humana! Los acontecimientos recien descubiertos en una familia de Austria, nos hace pensar cuanto nos hemos alejado de Dios. Ana Teresa Benjamin ofrece a través de La Prensa (04/05/08) un relato digno de Edgar Alan Poe: "La historia que sacude por estos días al lejano país de Austria tiene un nombre que ahora aterra: Josef Fritzl. Desconocido hasta hace unos pocos días, el nombre de Fritzl saltó a los titulares de los medios de comunicación del mundo luego de saberse que, durante 24 largos años, mantuvo encerrada a su hija en un sótano debajo del jardín de su casa. Allí, en 60 metros cuadrados y sin ventanas, Fritzl abusó de la muchacha y procreó con ella siete hijos, de los que sobreviven seis. El caso recuerda irremediablemente el drama –ocurrido también en Austria– de Natascha Kampusch, la chica que por ocho años vivió prisionera de Wolfgang Priklopil, hasta que se atrevió a buscar la libertad.

Elisabeth Fritzl tenía 18 años cuando –según se ha sabido ahora– su padre la encerró en un espacio hermético construido en la década de 1970. En ese entonces, Josef Fritzl le hizo creer a su esposa, Rosemarie, que su hija había huido para unirse a una secta religiosa, pero la realidad es que en el sótano –construido con el objetivo de protegerse de un posible ataque nuclear durante la guerra fría– estaba Elisabeth viviendo un encierro. Los vecinos cuentan ahora que al viejo Fritzl siempre le ha encantado coquetear con las mujeres. Que se preocupaba por estar bronceado y que gobernaba en su casa "como un teniente general". Los diarios sensacionalistas han insinuado, incluso, que el hombre tomó vacaciones en un país oriental donde es común el turismo sexual. Pero más allá de todos los rumores, también se ha dicho que tenía antecedentes penales por acoso sexual a una mujer –no emparentada–, cargo por el que había estado en la cárcel. Este hecho ha encendido los ánimos de la población austriaca que no entiende cómo ninguna autoridad sospechó nada durante casi cinco lustros, tiempo en el que el acusado tramitó adopciones para tres de los hijos que tuvo con su hija.

La vida oculta del vecino de la localidad de Amstetten quedó al descubierto cuando la mayor de las hijas de Elisabeth enfermó gravemente y tuvo que ser llevada al hospital. Incapaz de explicar en detalle los antecedentes médicos de la muchacha, los doctores pidieron a Josef Fritzl que trajera a la madre. Encarada, Elisabeth empezó a desmadejar la historia. Las autoridades han confirmado ya, mediante pruebas de ADN, que los seis niños son de Fritzl con Elisabeth. Un séptimo niño, muerto poco después de nacer, fue quemado en el incinerador del edificio por el hoy acusado. Por las repetidas violaciones a su hija, la ley austriaca establece una pena máxima de 15 años de cárcel, y luego de esto se le podría declarar "insano, anormal y peligroso" e internarlo en un psiquiátrico. Por ahora, Fritzl está detenido preventivamente mientras que la familia está recibiendo ayuda psicológica. De los tres niños encerrados, se ha dicho que uno de 18 y otro de 5 años padecen problemas de piel y en la vista, mientras que los otros tres –criados como nietos– se habían desarrollado normalmente..." Como si a todo esto se le puede llamar "normalidad".

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