martes, 20 de mayo de 2008

SE VENDE EL ISTMO

Tal parece que están vendiendo el Istmo a pedazos. Me han “pedido” que le baje al tono, como yo no puedo hacer eso, se me ha ocurrido incluir las opiniones de otros que dicho sea de paso, comparto. Del reconocido politólogo Ebrahim Asvat y su bitácora del Presidente en el diario El Siglo (15/05/08), extraemos esta opinión acerca de la infame venta de las acciones que el estado tiene en la telefónica (Cable & Wireless, incluyo pautas gratuitas): "El programa de televisión “La Cáscara” tenía un segmento titulado “El Panameño”. Allí se trataba de describir muchas de las conductas negativas o irracionales que nos caracterizan. Una de esas características negativas es esa honda preocupación por el qué hacer con los dólares adicionales que nos ganamos por golpe del azar o por una transacción no esperada. La típica nuestra es que si tenemos unos dólares de más se nos perturba el sueño. Empezamos a divagar con preocupación por esos dólares de más. Nos tornamos pensativos, el bolsillo nos pesa. La mente solo se enfoca en saber cómo nos vamos a gastar esos dólares. Si la solución es comprarse un 4x4 de paquete o irnos de viaje a Disney. O será preferible comprarnos ese televisor de 52 pulgadas HDTV que nos da la sensación en casa de estar en el cine. Quizás ampliar la terraza o añadir dos cuartos más a la residencia hipotecada es la solución. En fin, el capital adicional es un dolor de cabeza y solo nos liberamos de ella cuando quedamos limpios de vuelta. Además si no es uno, son entonces los familiares que corren a pedirle prestado y a justificar los lazos consanguíneos para arrebatarnos los pesados dólares. No tenemos una cultura de inversión ni de ahorro. Nos acostumbramos a vivir endeudados o limpios. Cuando las cosas andan bien gastamos más de lo que recibimos y cuando las cosas andan mal perdemos hasta nuestra forma de caminar.

Este mal endémico también resulta propio de los gobiernos. Unos ingresos adicionales es objeto de preocupación. Aumentan la planilla estatal, los gastos superfluos, las remodelaciones suntuosas. Nuestra filosofía es que la plata hay que gastarla. El mañana es otro día. A menos de catorce meses de vencer su período presidencial, el gobierno ha detectado activos que puede deshacerse sin conocerse la razón o el fin. Las acciones del Estado en la empresa telefónica Cable & Wireless han sido objeto de avalúo y se pretende disponer de ellas. Estas acciones le producen dividendos al Estado y no es una mala inversión, pero nos pesa el bolsillo. Estamos acostumbrados a vivir de deudas y tener capital o recursos no pareciera ser del interés nacional. Nada explica ese afanado interés de deshacerse del patrimonio nacional de todos los panameños. Nada explica el marcado secretismo con que se ha manejado la posible disposición de activos productivos. Siguiendo paradójicamente la actitud o conducta negativa de vivir “limpios y felices”, hay serias suspicacias de que al gobierno le pesan los activos productivos del Estado Panameño. Siempre hay una razón para gastar y nos madrugaremos con una nueva justificación de lo que Belisario Porras denominó “la venta del istmo”.

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