lunes, 21 de enero de 2008

SOBRE EL ORDINARIATO

Como ejemplo de las contradicciones e inconsistencias que se dan en nuestro país, el Ministerio de Relaciones Exteriores y su correspondiente comisión en la Asamblea, amanecen con el acuerdo celebrado con el Vaticano sobre el Ordinariato Castrense. Contradicción porque Panamá decidió hace varios años optar por no tener ejército, decisión que coincidió con el fortalecimiento de nuestra democracia e instituciones. El resultado de esa decisión han sido casi 20 años ininterrumpidos de alternabilidad en el poder, estabilidad política y respeto por las instituciones democráticas. Esa estabilidad ha enviado un mensaje positivo a la comunidad internacional. La inversión extranjera en el país creció teniendo efectos positivos en la economía. En pocas palabras, un acuerdo castrense que solo puede ser concebido en el contexto de un régimen militar contradice una de las pocas decisiones de Estado con la que hemos sido consistentes en 20 años. No queremos resabios militaristas.
Inconsistencia, porque precisamente el artículo 35 de la Constitución que busca garantizar la libertad de culto es el usado como pretexto para que el Estado beneficie con fondos de todos los panameños –incluidos ateos, musulmanes, protestantes, etc.– a una iglesia en particular. Esto riñe con el espíritu constitucionalista de libertad de culto que debe garantizársele a todos los miembros de la fuerza pública y a los ciudadanos. Pero es que precisamente la libertad de culto en Panamá no puede estar garantizada por un artículo tan ambiguo e impreciso, creo que la tolerancia, la convivencia, la amplitud con la que sabemos convivir debe estar garantizada por un precepto mayor que es la clara separación entre la Iglesia y el Estado. Concluyo: ante dos valores importantes como lo son brindar asistencia espiritual a los miembros de la fuerza pública y garantizar la libertad de culto, creo que la decisión más consecuente debe ser garantizar la separación entre la Iglesia y el Estado y no permitir que los fondos estatales sirvan para dar preferencia a una iglesia por encima de las demás. El autor ALEXIS SOTO es asesor económico, artículo orginalmente publicado por La Prensa el 21 d enero de 2008.

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