viernes, 26 de marzo de 2010

LOS CARNICEROS DEL GOURMET

Holanda Martínez terminaba su turno de trabajo en DELI GOURMET. Con un embarazo de seis meses se le notaba el abdomen abultado y se pasaba la mano cual caricia de madre tierna, pensando en su bebe, Nunca se hubiera imaginado que no solo sus sueños, sino hasta su vida y la vida de su bebé no nacido, la apagarían unos miserable en pocos instantes.

Vielka Rodriguez era una buena muchacha, buena trabajadora, la vida le sonreía a pesar de las dificultades propias de ella. Tampoco nunca se hubiese imaginado que una vergonzosa codicia había entrado en una persona que ella trataba todos los días con amabilidad y confianza.

¿A quién se le puede ocurrir por los motivos que fuesen acabar con la vida de dos mujeres? ¿Qué clase de ser humano puede siquiera pensar en dispararle a una mujer embarazada? Eric Vargas Puga, Hilario Valderrama, Ezequiel Vargas Puga, Alberto Vargas Puga, Luis Eduardo Semis y Eric Mondul son los implicados en este caso emblemático que lleno de estupor y congelo la sangre de toda la ciudadanía.

La miserable suma 5 mil 800 dólares, que repartiéndose daba a 960 dólares para cada uno, no alcanza a justificar de ninguna forma la perdida de tres vidas y una de ellas, sin haber visto la luz del día.

Cuando ellas se disponían a cerrar el local, entraron “dos clientes": Eric y Luis Eduardo. Sin decir nada las sometieron. Ezequiel guardia de seguridad y hermano de Eric, dejó su puesto de trabajo y le cayó a la caja. Entregó el efectivo a sus cómplices y regresó al trabajo, como si nada hubiese pasado.

Luego se preguntaron ¿Qué hacemos con los testigos? Tomaron el dinero, salieron con las dos mujeres para encontrarse con Alberto Vargas Puga, Eric Mondul e Hilario Valderrama. Estos últimos supuestamente en un sedán azul con placa de taxi, en el que condujeron a las dos mujeres hacia la muerte.

Según los testimonios de los propios involucrados, tras ver el rostro de la muerte, perdidas las dos mujeres se arrodillaron y comenzaron rogar. ¿Dónde estaban los defensores de los derechos humanos en el momento en que Holanda y Vielka arrodilladas en el piso, en un monte en el Corredor Sur, en medio de la noche fría, imploraba por su vida y la de su bebe?

Los que abogamos por la pena de muerte para crímenes de características espantosas como el de Holanda Martinez y Vielka Rodriguez y nos sentimos descontentos con sentencias píricas y con el estado de permanente violencia, no somos menos cristianos que los demás, al contrario es la defensa al derecho a la vida mejor planteada que conocemos lo que nos motiva en esta cruzada.

Ni Holanda ni Vielka, ni el niño que recientemente le desparramaron los sesos, se merecían eso. Es horrendo e inhumano.

Me preguntaron hace poco con burla: ¿Qué clase de defensor de los Derechos Humanos, es usted señor? y hoy respondo: "¡El mejor, a mucha honra, soy defensor de los derechos de las víctimas!".

Recordemos la escena: Los cadáveres de Vielka Rodríguez y Holanda Martínez, dos mujeres trabajadoras, a un costado del Corredor Sur, en su salida de Llano Bonito, en Juan Díaz. Pudo ser tu esposa, tu hermana, tu mamá, mi hija. Dios nos ayude a seguir adelante (Ver artículo relacionado: LAS TRES CRUCES en http://panamapolitica.blogspot.com/).

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