miércoles, 31 de octubre de 2007

Rostros de Esperanza en Darién

En mi travesía por el Darién, recorrí varias comunidades, de las cuales me impacto muchísimo la autóctona Alto Playona y su gente. Las mujeres vestidas con la usual paruma, cosechan su propio arroz y maíz, además elaboran la cestería y aprendieron modistería, son personas amables, inteligentes y laboriosas, con muchas expectativas de futuro. Observo que todos se bañan en el río, lavan la ropa dándole manduco o toman agua para bañarse o cocinar. La socióloga Mileika González me explica que el Chuqunaque y el Tuira son la vida de esta región y que todo depende del río. Apellidos embera-wounaan como Bailarin, Fogosa, Caisama, Dumasa y Chanapi; y nombres como Tolentino y Deleisi son comunes aquí, no obstante, nunca supe el verdadero nombre de “Mata Hijo”, el piragüero más viejo y que habla nuestro idioma, resulto ser muy conversador, me ilustra en poco tiempo sobre el arte y profesión de la piragua. Me impresiona la linda y muy bien equipada escuela en medio de la ranchería, fue construida en el periodo del Ministro Cañizales, incluso es el único lugar en Alto Playona donde hay luz ya que la escuela tiene su propia planta.

Florentino y Ovidio son rostros de esperanza, que traen las soluciones a la comunidad. Como líderes muy capaces ejercen su liderazgo a través de su participación en las reuniones. Esteréo, el hermano de Florentino, tiene más conocimientos que un radio de onda corta. FUNDECO apoya a esta comunidad con el Taller de Ebanistería, los hombres han sido capacitados en la elaboración de muebles y se les provee de las herramientas necesarias. Hay que ver la belleza de muebles en cedro y roble entre camas, mesitas y gaveteros que estos artesanos indígenas han realizado. Lo que necesitan ahora es darle salida a sus productos. Venderlos a un precio justo para procurarse alimentos, satisfacer las necesidades básicas y comprar más materiales con que seguir trabajando. Si te interesa ayudar a nuestra gente, escríbeme a: recursossinlimites@gmail.com, de ti depende seguir viendo al Darién con rostros de miseria o el Darién del mañana con rostros de esperanza.

No hay comentarios: