martes, 2 de septiembre de 2008

MÁS PROMESAS INCUMPLIDAS

En estos últimos días se han dedicado a pegar en las grandes vallas que anuncian “las maravillosas obras que debemos agradecer al ejecutivo” la siguiente leyenda: “Promesa Cumplida”, lo que ha muchos ciudadanos más bien les parece una mueca, como una burla. A los políticos les sigue pareciendo que carreteras, puentes y vallas que anuncian, son obras visibles, obras que venden, y es preferible esto que ser estadista, que cambiar formas de pensar, transformaciones institucionales y gerenciar el Estado. Este tipo de políticos no comprenden el gran compromiso que implica ocupar la silla presidencial y sobretodo han ignorado con complicidad el rol gerencial. Por mencionar tres detallitos, el gerente actual del Estado prometió en campaña lo que probablemente nunca quiso cumplir, hablamos de una política de transparencia, cero corrupción dijo en su momento, pero, por el contrario, son harto conocidos los escándalos y el relajamiento de las normas que propician la transparencia en las licitaciones públicas. En el importante tema educación –lo que al fin y al cabo es lo que va a lograr que saquemos a nuestro país del tercer mundismo- ha ensayado con cuatro ministros, los cuales han sacado puras malas notas. Más seguridad dijo en su momento, pero ha ensayado la mano dura, la mano suave, ninguna mano y por último la “manu militare” ya que en el ocaso de su mandato pretende imponernos nuevamente lo castrense, como si fuera la gran panacea. Todos estos importantes renglones de compromiso con el ciudadano, son más promesas incumplidas.

No necesitamos escuchar el discurso del presidente Torrijos defendiendo sus “logros”, para darnos cuenta que este gobierno lo que si he hecho es un dialogo de “yo con yo”, acompañado de una fastuosa y costosísima exhibición de triunfalismo mediático. La verdad de su administración es palpable al pueblo entero, no sabemos si con lo de “me metieron un gol” quiera que sea tomado como su declaración de incapacidad o simplemente “yo no sé que es lo que esta pasando aquí”, a modo de disculpa. La desafortunada declaración lo dejó como un portero de equipo, pero, un mal portero de un pésimo equipo. La verdad es que es difícil llevar un rol gerencial adecuado con compromisos políticos previos –no digamos politiqueros-, incluso grandes compromisos con grupos económicos. Con solo dar una rápida mirada funcionario por funcionario nos damos cuenta, que los pocos que han hecho su trabajo son cuadros técnicos, no los políticos, es decir aquellos que comprenden que la cosa pública es pública, es de todos. Estos servidores que se cuentan con los dedos de la mano, tienen bien en claro que prestan un servicio a la patria, que los puestos no son eternos y que en el mejor de los casos sirven con la misma capacidad, con el mismo entusiasmo, motivación y compromiso, como si trabajaran en el campo privado, no como quien le hace un favor al ciudadano, sino como quien presta un servicio a quien paga su salario. Este gobierno no merece repetir, se necesita un gerente para la conducción del Estado, pero uno con compromiso, capacidad, vocación de servicio y amor a la patria. Ni en broma piense que estamos hablando de un gerente de supermercado. (Independientes con Varela)

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