lunes, 7 de julio de 2008

LAS ENCUESTAS DE VARELA

Contrario a las expectativas que habían creado las encuestas, GANÓ VARELA, dándole honor a su eslogan: Gana Varela, gana Panamá. Al respecto, es un buen punto analizar como las encuestas han pasado de ser informadoras de opinión a formadoras de opinión, y no es el procesamiento de cualquier información, sino de aquellas que pueden hacer ganar o perder a un candidato. En este caso las encuestas de un diario ante todos muy confiable, habían revelado hasta hace poco que el favorecido era Don Alberto Vallarino, e incluso, adjudicándole el triunfo por un margen muy parecido al que realmente le ganó el ingeniero Juan Carlos Varela, es decir resulto al revés de lo pronosticado, para un casi 56% a favor de Varela y como un 34% para Vallarino. Hay que reconocer lo positivo del mensaje de Ameglio en contraste con la actitud del banquero. Por poco o por mucho, las tres campañas manejaban prácticamente las mismas cifras que daban como seguro ganador a Varela. Con el manejo de las encuestas, queda en el aire la pregunta: ¿Quieren que los votantes emitan su voto por el que supuestamente va arriba en las encuestas y no precisamente por quién sea mejor candidato, la mejor propuesta o la persona con las mejores cualidades? Oposición: ojo con eso.

Lo que si necesita responderse con urgencia es: ¿Que sucedió que todo resulto al revés? Como suponemos que es la misma pregunta que se esta haciendo el equipo de campaña del banquero, podemos decirlo con pelos y señas. Las encuestas no votan, pero las personas si, es decir, el papel aguanta lo que le pongas, por lo que les adelanto algunos factores: A) de parte de Varela: Un candidato joven con un pasado político reciente y pulcro, la exitosa continuación de la reorganización de su partido que empezó Marco Ameglio después de la deblacle arnulfista y que dejo al partido en el mero suelo, la marca Varela manejada con eficacia fusionó la marca con el candidato, su alejamiento de los tradicionales sectores de poder del partido y su identificación con las bases, la gente esta hastiada de la corrupción: “manos limpias” es un poderoso mensaje; y B) De parte de Vallarino: el abandono de la campaña de 2004 que dejó a toda una nación civilista de bruces y que permitió otros cinco años de gobierno perredé, la aprobación de una ley que permitió la transacción de la venta de Banco del Istmo, con el respectivo “chifeo” del pago que correspondía al Estado –para algunos, con el beneplácito de los perredé en la Asamblea-, el abrazo de la campaña vallarinista por parte de Moscoso. Pudiéramos incidir en otros factores que seguramente usted tiene en mente, pero se lo dejo al comentario, por lo pronto, obviamente una vez más se demuestra que no debemos dejarnos llevar por las encuestas, ni por todo el marketing alienante de las respectivas campañas presidenciales. Curioso es admitir que a pesar de todo los panameñistas siguen demostrando que sus encuestas son de pura carne y hueso y que resultó muy bueno seguir bailando por un sueño para darles a los electores, techos de esperanza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Ahora, yo creo que las encuestas CIENTIFICAS, siguen y seguiran siendo un indicador de la opinion publica. Yo seria mas critico de las encuestadoras, quedaron en evidencia, no solo no son CIENTIFICAS sino que no puede ser que una muestra se altere tanto como 20 puntos porcentuales sin que haya sido manipulada. Yo creo que aqui ha habido mas que una "falla" de las encuestas, lo que hubo es la evidencia de la falta de cientificidad en las mismas y "probablemente" con indicios de haberse comprado los resultados.

Interesantemente, esto solo tendria sentido si el candidato "comprador" de los resultados de encuestas paralelamente supiera los verdaderos resultados de modo que mientras creaba un "espejismo" para los demas, el trazaba sus estrategias para remontar los verdaderos resultados.

Tristemente para el candidato en cuestion, todo indica que el mismo fue victima de su autoengaño.

Rafael Montes Gómez dijo...

Por ser este blog un medio balanceado, me parecio justo y apropiado incluir la opinión de La Prensa reflejada en el Hoy por Hoy del 13/07/08: "Las encuestas de opinión pública son un instrumento válido y valioso en las democracias modernas. Así lo entendió La Prensa al ser pionera en la publicación de muestras científicas. Su compromiso ha sido siempre la elaboración de cuestionarios objetivos y la publicación de los resultados, sin miramientos en cuanto a quién puedan afectar o perjudicar. Faltaríamos a nuestro compromiso ético si dejáramos pasar inadvertido el desacierto acontecido recientemente con las primarias panameñistas. La encuesta encargada por La Prensa tenía como objetivo consultar la opinión sobre temas de interés a nivel nacional, no partidario. Equivocadamente, se tomó una sección de la misma -que cotejaba a quienes profesaban su compromiso con ese colectivo- y se elaboró una noticia con base en una muestra no representativa. Con un margen de error tan alto -como se explica en esta edición- era virtualmente imposible pronosticar las preferencias en las primarias. Fue un tratamiento inadecuado dado a datos técnicos que demandan una excusa pública a nuestros lectores. Mea culpa".