viernes, 11 de julio de 2008

CAMPAÑA SUCIA

El anuncio por parte del gurú del marketing político de la campaña Martinelli, mueve a risa. No se necesita ser un genio para saber que se esta anticipando a lo que viene: profundos cuestionamientos de los candidatos a nivel personal, sus vidas, sus negocios y la veracidad de sus convicciones. Ignora él que los tiempos de la patria boba ya pasaron, lo que pretende Papadimitriou en esta etapa en que arrecia la campaña, es que la crítica sea de menor impacto o casi imperceptible. No pretendo saber más que el griego, pero eso no es campaña sucia, ni en los Estados Unidos ni en Panamá. Ahora bien dentro de ese proceso se tiende a ganar por la descalificación del adversario y no necesariamente evaluando sus propuestas. Algunos parten del presupuesto básico que en política todo es permitido y otros de una evaluación moral. Así, Barack Obama y Hillary Rodham Clinton se enfrentaron en un debate en Austin, Texas, transmitido a través de CNN. Fue un debate de altura en el que la imagen del joven campeón afroamericano de Illinois salio mucho más fortalecida y Clinton, otra vez dio la impresión de no ser tan genuina. Al día siguiente Clinton acusa a Obama de no ser el caballero que se luce en los debates, al atacarla con propaganda que sugería, provenían de la campaña de Obama, siendo evidente que eso fue una tramoya de la campaña de Clinton.

En el 2000 cuando John McCain pretendía ser candidato, se propago el rumor que era el padre de “un niño negro”, y tuvo que retirarse de la competencia, él culpó de esto a la campaña de George Bush, serias diferencias que solo pudieron ser resueltas hasta ahora que Bush está apoyando a McCain. En relación al dilema moral, la periodista Gina Montaner nos dice que “atreverse a ser político en E. U. puede convertirse en un agónico vía crucis frente a una opinión pública que no distingue entre los vicios privados y las virtudes públicas”. Si bien ya he dicho que E.U. no es la democracia perfecta –tampoco lo es la nuestra- ese debate nos ayuda a pensar en la exposición de propuestas de gobierno que incidan en la solución de los problemas y en quien es realmente el candidato. Lo difícil es que durante la campaña, el escrutinio personal va desde si eres homosexual, consumes o consumiste drogas o si eres o no miembro activo de una iglesia, todos los participantes saben que al aspirar a semejantes puestos, ya no tienes vida privada. Todo el proceso de campaña se hace bajo la escrutadora mirada de la prensa, la fiscalización permanente de la sociedad civil y bajo mecanismos en que el ciudadano común conoce la verdad en los hechos, sin que los precandidatos digan: ¡se están metiendo en mi vida privada! Aspecto importante del proceso norteamericano, es que nos ayuda a pensar en lo que es moral y lo políticamente correcto, que no siempre van de la mano ni aquí, ni allá. Ver artículo relacionado "JUGAR A LA DESCALIFICACIÓN" en http://panamapolitica.blogspot.com/

No hay comentarios: