jueves, 10 de diciembre de 2009

LA VIOLENCIA TRASPASO LOS LIMITES

Según Human Rights Wacht en Brazil, la institución policial asesino a once mil (11,000) personas en solo 5 años y la gran mayoría de estos crímenes ha quedado en la impunidad. Según el organismo internacional, vigilante activo de los derechos humanos, “la policía suele presentar estos casos como tiroteos, aunque las pruebas forenses y las estadísticas contradicen los testimonios policiales”.

No obstante en muchos de los casos en los mismos expedientes existen pruebas de que los agentes policiales habían cometido ejecuciones sumarias, incluyendo tiros a quemarropa o en la nuca de los sospechosos. Si usted saca la cuenta esto da como resultado la espantosa cifra de ¡2,200 seres humanos por año!

México no se queda atrás. Ya ni siquiera se puede hablar de la colombianización de la delincuencia, pues los mexicanos avanzan de la mano de la violencia con estilo propio. Docenas de cuerpos decapitados y ejecuciones a plena luz, son el día por día, tanto, que el director general de la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD), Antonio Costa, afirmó que en la lucha internacional contra el tráfico de drogas “México es un caso extraordinariamente violento y una situación sin par en el mundo”.

En Panamá las ejecuciones por el tema del narcotráfico es noticia de todos los días. Sangre se derrama de algunos diarios locales. Lo malo es que nos estamos acostumbrando a ella.

La violencia traspaso los limites y amenaza con socavar nuestra sociedad. Nada ganan las autoridades responsables, ante la multitud de los cuestionamientos de la opinión pública hacer ver que no está pasando nada o que no se está afectando a víctimas inocentes.

Tampoco ganamos nada con echarle la culpa a los medios, esa estrategia ya fue ensayada sin mucho éxito por el gobierno anterior. Pero ¿Qué hay de los niveles de violencia en la propia sociedad panameña?

Bueno, ya nos desayunamos con la noticia que un director de una escuela reconocida por la capacidad de sus alumnos de llegar a altos niveles de violencia en sus protestas estudiantiles, agredió con un peligroso y mortal tiro en el estomago a otro ciudadano, en medio de una discusión por causa del eterno tráfico.

¿Es una discusión así, causal para reaccionar con tales niveles de violencia? El profesor alega que fue en defensa propia. Yo no lo creo, pero ya le tocara a la autoridad judicial ponderar si la respuesta del educador fue proporcional a la agresión recibida.

Mientras, madres de familia panameñas seguirán cacheteando a los educadores y ejerciendo violencia contra ellos, porque estos trataron de disciplinar a sus hijos… ¿Hasta cuándo continuaremos con estas actitudes ciudadanos?

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