viernes, 2 de enero de 2009

ENTRE JUDAS Y CANÍBALES

Los sawi son un pueblo tribal de Nueva Guinea. Básicamente fueron caníbales cazadores de cabeza hasta mediados de los años 60. Su más alto ideal era la traición y el engaño, y lo demostraban aparentando amistad y sinceridad hacia las otras tribus vecinas durante mucho tiempo y les hacían sentir seguros, para luego masacrarlos cruelmente, desmembrarlos y comérselos. En su lenguaje a este acto de traición le llamaban: "cebar con amistad para matarte". El cambio se dio después que muchos de la tribu se convirtieron a Cristo, debido al trabajo del misionero Don Richardson quien narra toda esta experiencia en su libro Peace Child.
Un día, el misionero percibió que un "cambio" se dio cuando los sawi escucharon por vez primera la traición de Judas. Embelesados y con mucha atención al relato bíblico, oían cómo este hombre que había estado 3 años cerca de Jesús, caminaba día a día con él, compartían los alimentos, finalmente lo traicionó. Al notar la algarabía de estos caníbales y vioreando con gritos de guerra, comprendió que la obra de Dios en estos seres estaba casi perdida. En este punto, un confuso Richardson entendió que la especial admiración de ellos no era Jesús. ¡Judas era su héroe! El hombre de la historia que correspondía exactamente a su ideal de traición. Observando el brillo que relucía en los ojos de los sawi, desesperadamente, se esforzó por demostrarles la maldad de tal acción, el contrasentido de seguir los antivalores, pero ese día no logró convencerlos de NO seguir a la persona equivocada.
En la actualidad nacional, los políticos caníbales han estado cebando a Juan Carlos Varela para matarlo, anularlo políticamente. Analizando con seriedad la política prostituida de hoy, es tan profunda la crisis de valores que normalmente este mes que se caracteriza por una búsqueda sincera de la espiritualidad y un llamado a volver a los valores tradicionales familiares, irónicamente ha sido reemplazado por los antivalores. Se celebra la traición, la desfachatez y la desvergüenza, peor aún, con una conducta a todas luces indigna, estos émulos de Judas la disfrazan como algo digno con frases que desbordan en el cinismo: "deponemos los intereses personales por los del pueblo". ¡Que gente tan desvergonzada!
Conmoviendo a algunos hasta las lágrimas con su campaña política publicitaria, que cambia a discreción según las circunstancias, después de dar cuanto serrucho puede desmembrando a otros partidos, este caníbal ya no habla de "políticos tradicionales", ahora el muy cínico llama a "un gobierno de reconciliación nacional". La próxima elección se perfila como una lucha entre el bien y el mal, entre los valores contra los antivalores. Afortunadamente en Panamá no reinan los sawi, el 3 de mayo de 2009 el pueblo panameño les pasara la factura inclinando la balanza por quien si representa el cambio en el que tú puedes confiar y los valores fundamentales.

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