miércoles, 31 de octubre de 2007

ROSTROS DE ESPERANZA

Una garza fuera de la comodidad presidencial, se goza paseando muy oronda en un tronco flotante, mientras, el viento olfatea a las bellas heliconias en medio de la vegetación selvática. Al viajar a lo largo de la cuenca del río Tuira, veo a niños felices lanzándose desde lo alto, “encueritos”. Me recuerda mi niñez y se ve divertido. Estoy en Darién, para muchos una provincia olvidada de Dios, para otros olvidada e ignorada por el gobierno en distintos periodos sucesivos. Entre las grandes distancias recorridas entre una comunidad y otra, conocí a Jairo, Tolentino, Isabel, Pedro y Danielis. Rostros de desplazado, de indígena, de negro, de colono, de mestizo. Rostros de niños enmielados, rostros de esperanza. Vine a este lindo lugar rodeado de naturaleza y de gente buena, para traerles a sus habitantes un mensaje de esperanza y motivación, colaborando de esta manera con la Fundación para el Desarrollo Comunitario (FUNDECO), con la dirección de Rosario Aguilar y con la guía de la experimentada socióloga Mileika González.

El piragüero del grupo, motorista de profesión, me dice “aquí si no tienes una piragua y un motor no eres nadie en Darién” y tiene toda la razón, los ríos son las avenidas y la piragua es como un buen auto en medio de la selva, ¡y vaya que Cesar sabe hacer bien su trabajo! Pernoctamos bajo una tensa calma en Boca de Cupe, presentamos allí un mensaje muy motivador a los beneficiarios de los programas que desarrolla FUNDECO. Luego en Yape, un grupo de policías de frontera patrulla la zona, uno de ellos me da una recomendación: “no use pantalón de camuflaje, porque se corre el riesgo de ser confundido por la guerrilla”, eso no logra disuadirnos de nuestro trabajo. No hay luz, pero tengo baterías, “que pritidez de televisor” dicen los niños curiosos impresionados con la laptop y el data show, sin novedad, partimos para Vista Alegre (Embera-Wounaan), un día para cada comunidad.

Al concluir nuestro trabajo, ellos expresaran su gratitud a Dios, porque están capacitados para hacer, que unido con lo que sabe hacer el otro, pueden lograr proyectos comunitarios gratificantes que incluso, van más allá del dinero, porque solo unidos pueden lograrlo. El mensaje de esperanza no es lo que otros pueden hacer por ellos, sino, como pueden lograr la diferencia por ellos mismos, entendiendo como esperanza, decidir triunfar en cada circunstancia que nos toca vivir. Motivación, entendiendo como motivación, la voluntad de desarrollar altos niveles de esfuerzos para alcanzar las metas comunes, bajo la condición de que dicho esfuerzo ofrezca la satisfacción de sus necesidades individuales. La realidad es que el progreso no llegará sin esfuerzo. Es decisión de todos nosotros seguir viendo al Darién con rostros de miseria o ver el Darién de mañana, con rostros de esperanza.

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