A menudo las noticias que leemos en los diarios o vemos en la televisión acerca de la Caja de Seguro Social son malas noticias o noticias negativas. Incluyéndome, debido a la tragedia con el dietilene glycol que cobro la vida de un amigo y cien panameños más, dicha percepción ciudadana se ha acentuado. También, la adquisición del Hospital de Especialidades Pediátricas, durante la administración de Juan Jované, fue en su momento blanco de muchas críticas. Sin embargo, en concordancia con la verdad y la objetividad, las buenas noticias también son necesarias resaltarlas. En ese sentido debo reconocer que Rene Luciani siempre se ha distinguido por ser un buen administrador y por propia experiencia sé que no todos los hospitales de la CSS tienen carencias en la atención y en el manejo del recurso humano, de hecho la mayoría son excelentes médicos y enfermeras muy capaces.
El Hospital de Especialidades Pediátricas es testimonio hoy de una acertada decisión. Cuenta con un apropiado manejo y atención, incluso en el servicio de urgencias. El día 15 de octubre de 2007 a las 3 de la madrugada mi hija de doce años, sufrió un desmayo a causa de un fuerte dolor en la región abdominal, por lo que la llevamos de urgencia al antiguo hospital América. Al llegar allí se nos dio una atención expedita, antes de las 4:30 a.m. el doctor de urgencias llamó al cirujano por teléfono. A las 5.15 el cirujano Marcos Castillo llegó al hospital aún con algo de jabón en el lóbulo de la oreja. De inmediato se iniciaron las consultas previas entre doctores, resultando un diagnóstico acertado. El persistente dolor de mi hija no provenía de un quiste ovárico, sino de la inflamación del apéndice –sin los síntomas- que estaba muy cerca del ovario, diagnóstico confirmado por el ultrasonido que le fue tomado a las 7:00 a.m. Mi hija fue intervenida quirúrgicamente de esa apendicitis, antes de las 7:30 a.m. y enviada a recuperación, permaneciendo bajo cuidado 4 días, recibiendo la misma atención que hubiese recibido en un hospital privado.
Del tiempo que permanecimos en el hospital docenas de personas con quien converse me hablaron acerca de la calidad humana y profesional de todo el personal médico y de los acertados diagnósticos y dedicación al trabajo del Doctor Marcos Castillo. A este distinguido profesional, al Doctor Vega, al Doctor Dávalos, a las enfermeras, al director médico, a todo el personal del Hospital de Especialidades Pediátricas, así como a la administración Luciani, de parte de toda mi familia un enorme agradecimiento ciudadano por tan excelente atención. Gracias a estas dedicadas personas, la niña de mis ojos, la consentida de la abuela, mi bella hija, esta nuevamente en la escuela y goza de una buena salud.
El Hospital de Especialidades Pediátricas es testimonio hoy de una acertada decisión. Cuenta con un apropiado manejo y atención, incluso en el servicio de urgencias. El día 15 de octubre de 2007 a las 3 de la madrugada mi hija de doce años, sufrió un desmayo a causa de un fuerte dolor en la región abdominal, por lo que la llevamos de urgencia al antiguo hospital América. Al llegar allí se nos dio una atención expedita, antes de las 4:30 a.m. el doctor de urgencias llamó al cirujano por teléfono. A las 5.15 el cirujano Marcos Castillo llegó al hospital aún con algo de jabón en el lóbulo de la oreja. De inmediato se iniciaron las consultas previas entre doctores, resultando un diagnóstico acertado. El persistente dolor de mi hija no provenía de un quiste ovárico, sino de la inflamación del apéndice –sin los síntomas- que estaba muy cerca del ovario, diagnóstico confirmado por el ultrasonido que le fue tomado a las 7:00 a.m. Mi hija fue intervenida quirúrgicamente de esa apendicitis, antes de las 7:30 a.m. y enviada a recuperación, permaneciendo bajo cuidado 4 días, recibiendo la misma atención que hubiese recibido en un hospital privado.
Del tiempo que permanecimos en el hospital docenas de personas con quien converse me hablaron acerca de la calidad humana y profesional de todo el personal médico y de los acertados diagnósticos y dedicación al trabajo del Doctor Marcos Castillo. A este distinguido profesional, al Doctor Vega, al Doctor Dávalos, a las enfermeras, al director médico, a todo el personal del Hospital de Especialidades Pediátricas, así como a la administración Luciani, de parte de toda mi familia un enorme agradecimiento ciudadano por tan excelente atención. Gracias a estas dedicadas personas, la niña de mis ojos, la consentida de la abuela, mi bella hija, esta nuevamente en la escuela y goza de una buena salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario