CULILLO: LOS SÍNTOMAS

Un bloguero lírico de Bucaramanga, nos da docencia sin decencia con su retahila: “Aguarde tantico, el alcalde currutaco mucho ser pingo, ya no se acuerda que fue elegido por ir a tuche de la mamá del alcalde anterior. Él es un calvo sin un pelo en la tusta, con cara de entelerido aculillado. Habla cháchara y me saca el bolo cada vez que (…) habla por la radio”. Andrés Pastrana otro colombiano, ex presidente, en relación a Álvaro Uribe presidente actual, ilustra en una frase sobre los síntomas: “y Usted aculillado escurriendo el bulto pidiéndole disculpas a Tiro Fijo… ¡este país lo gobierna un hombre resuelto no un aguapanelao!”.

Habiendo definido previamente que obsceno no es lo mismo que vulgar o vernáculo y el origen hispano de ambas, les hable sobre el significado y la trascendencia del culillo. Ahora nos toca dar a conocer los síntomas que revelan los aculillados. Sí, así se le llama en lengua vernácula al que anda con culillo, a las personas que tienen frulo, miedo, terror, horror o espanto. Sin ánimos de entretener con este articulillo, observemos en nuestro país y en el oficialismo los síntomas de aquello que llaman lillo. Tal vez no veas en público las manos sudorosas, la risita nerviosa, la tembladera cual beri beri, el gagueo cuando no salen las palabras para justificar lo injustificable, sin embargo puedes guiarte por los hechos que están perdidos. Lo peor es que ellos lo saben.

Observa con atención la loca carrera por meter a un montón de funcionarios miembros del PRD en la carrera administrativa. La millonaria propaganda estatal, más el gasto injustificado de millones en un mes de la partida presidencial del cual se han hecho eco los medios, al igual que el pago de 25 mil dólares de "indemnización" a los propietarios de diablos rojos -¿Como le llamo Navarro? ¿Trasnfraude?-, todo ello son síntomas concretos del culillo. Salta a la vista, la creación a última hora de muchas entidades públicas sin justificación, muchos nombramientos a siete años y más, con la complicidad de otros órganos del estado, solo por el antojo de seguir en la papa a como de lugar, porque saben que tienen perdidas las elecciones ante la gran alianza de oposición.