lunes, 18 de enero de 2010

HAITÍ: UN PUEBLO A LA DERIVA

Los zombies son reales en Haití, un pueblo a la deriva, ahora más después del espantoso terremoto de 7.3 grados. Muertos y más muertos. Reguero de cadáveres. La Parca se ha paseado alegremente por este país que algunos creen, olvidado de Dios.

Incontable destrucción apenas tratan de relatar los medios de comunicación. El diario El País expresa en párrafos en una importante nota que Haití ya no existe. CNN presenta imágenes televisadas que evidencian el horror vivido por todos aquellos que se encontraban aquel día en la otra mitad de La Española aquel aciago martes 12 de enero de 2010, aproximadamente a las 4:53 de la tarde.

La radio transmite desgarradores testimonios de los sobrevivientes que no se recuperan de semejante tragedia, tanto como los que circulan en internet. Una periodista de Reuters afirma que vio en la ciudad, "gente gritando bajo los escombros" y familiares "buscando a sus muertos", “todo comenzó a temblar, la gente gritaba, y las casas comenzaron a derrumbarse, es un caos total". Otro periodista de la agencia AFP dijo que los cadáveres se amontonan por todas las carreteras del país, mientras da cuenta del pillaje y saqueo a que obliga el hambre.

No ha pasado una semana cuando los sobrevivientes se pelean con palos, cuchillos, machetes -con lo que tengan- la poca comida que ha llegado a la isla.

Aparte de la clásica “porque permito Dios que les pasara esto”, conociendo la realidad de Haití, el país con uno de los PIB más bajos del mundo y condenado al subdesarrollo, uno sabe que su tragedia es histórica.

Estos esclavos traídos en contra de su voluntad y procedentes de Dahomey, África Central Subsahariana, desde 1804 jamás han conocido otra cosa que el sufrimiento y la interminable miseria. ¿Esclavos? Sí, a pesar que la ONU entrega la medalla Touissant Loverture (el libertador haitiano) y reconoce a Haití como el primer país independiente de América, que lucho en contra del racismo, la discriminación y el esclavismo, los haitianos siguen siendo esclavos. Los haitianos son esclavos de su propia pobreza personal, cultural y económica.

¿Por qué en 400 años no han desarrollado su economía, mientras Israel con 60 años de existencia ha hecho producir hasta el desierto? ¿Por qué el resto del país se alumbraba con guaricha o velas, mientras los ricos comerciantes y políticos de Puerto Príncipe si tenían luz eléctrica? ¿Por qué el territorio haitiano siendo prácticamente un yermo muerto por siglos de monocultivo de la caña, sus habitantes insistían en talar los árboles para sus necesidades básicas?

Podemos hacernos todas esas preguntas, pero las necesidades de los haitianos son mayores ahora y sin esperanza con 100 mil a 200 mil muertos. La magnitud de esta tragedia se aprecia más con los 1,5 millones de personas sin hogar, que junto con el resto de los habitantes luchan para encontrar agua o solo la comida del día.

Ayuda a ayudar, lleva tus donaciones al centro de acopio ahora mismo. Panameño: Tú eres la mano y los ojos de Dios para Haití (ver artículo en http://panamapolitica.blogspot.com/).

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